Ética compartida en un mundo global
Josep Maria Soler i Canals, abad de Montserrat, alertó el viernes sobre la necesidad de que el mundo globalizado se dote de un sentimiento de comunidad basado en un compromiso moral compartido que impida la deriva hacia un peligroso "sálvese quien pueda" individual. "En un mundo cada vez más interdependiente, la falta de solidaridad puede resultar suicida". Estas reflexiones sobre la urgencia planetaria de una ética compartida las hizo en el marco del foro que organizan la Fundació Pere Tarrés y EL PAÍS.
En eso se convertirá la futura Venezuela “en un pandemónium de frases huecas” si no se educa a los niños y jóvenes para tener valores y ética. La educación no es solo en las escuelas es en la casa con sus padres y hermanos, dejar a un joven que decida su propia voluntad, acarrea malas decisiones en el futuro q afectan a pocos o muchos y peor aun perjudica su propio futuro. Y nosotros también tenemos q formar parte del desarrollo educativo ético ya que si nosotros no lo tenemos, con que bases vamos a enseñar a otros hacer las cosas bien.
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