¿Comer para vivir o vivir para comer?
Imagine la típica fiesta de cumpleaños en la oficina. Es después del almuerzo, así que todos están llenos. En ese momento, llega un delicioso pastel de chocolate. Ver, oler e incluso oír la palabra "pastel" puede estimular los circuitos de recompensa y placer del cerebro, lo que activa además los centros de la memoria y las glándulas salivales.
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