Peter Drucker, el ecologista social
Autor de 35 libros, entre ellos los célebres ‘‘The Concept of the Corporation’‘ (El Concepto de la Corporación, 1946), ‘‘The Practice of Management’‘ (La práctica de la administración, 1954) y ‘‘The Effective Executive’‘ (El ejecutivo eficaz, 1964), Drucker fue uno de los primeros en predicar la participación de los empleados en los beneficios de la empresa y la descentralización del proceso de decisión.
A pesar de haber pasado a la historia como gurú, visionario o futurista, él prefería autodenominarse ‘‘un ecologista social’‘, centrado más en los recursos humanos de las empresas que en el negocio en sí mismo.
Drucker estaba dotado de una combinación singular de rasgos: extraordinario sentido de la intuición, penetrante y aguda; imaginación viva y rica; poder creativo en el análisis; sorprendente habilidad para llegar al núcleo mismo de los problemas y planteamientos. Estas cualidades le habilitaban especialmente para el trabajo de consultor, que describía como una forma de psiquiatría, que buscaba poner orden en lo que estaba escuchando.
En una entrevista, a la pregunta de por qué no se convirtió en directivo, contestó: “No soy un directivo. Soy muy malo, muy malo dirigiendo. No soy bueno, sobre todo, dirigiendo personas, porque todas las cosas que predico no las puedo poner en práctica. No delego, lo tengo que hacer yo mismo y, si no, no estoy satisfecho. No soy un directivo. No hubiese podido levantar una gran consultora. Para una gran consultora te tiene que gustar vender y a mí no me gusta.”
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